Dr. José Dunker/Psiquiatra, Terapeuta Familiar y de Parejas, Pastor y Coach Internacional.
Santo Domingo RD.- Jesús formó un equipo de apóstoles (Mt.10), todos hombres, pero también formó un equipo de mujeres, que le acompañó en algunas de sus campañas (Lc.8 1-3), y que le siguieron cuando los hombres desaparecieron.
Esas mujeres estuvieron en la cruz, en la resurrección, y compartieron la palabra en Pentecostés (Hch.2.16-18).
A diferencia de los judíos y los griegos que excluyeron a las mujeres de sus reuniones civiles o en los templos, hubo mujeres profetas en la iglesia primitiva (1 Co.11.5; Hch.21.9). Pablo en Romanos menciona mujeres activas en las reuniones caseras (16.3-4, 6-7, 12), incluyendo a Priscila y Aquila, sus «colaboradores» (v.3), y a Andrónico y Junias, «estimados entre los apóstoles» (v.7). Cómo no estaban acostumbradas a reuniones públicas, algunas mujeres cayeron en el cotorreo (1Co.14.34), y otras asumieron un liderazgo impositivo (1Tim.3.11-12), pero fueron oportunamente corregidas.
Es por esto que Pablo declaró satisfecho: «Ya no hay judío ni griego, no hay esclavos ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús» (Ga 3.28).
En el día internacional de la mujer celebremos la reivindicación de la mujer por Jesucristo.