Estados Unidos bombardeó el domingo de madrugada instalaciones de enriquecimiento de uranio en Fordo, Natanz e Isfahan.
El presidente estadounidense, Donald Trump, presumió de «un éxito militar espectacular», pero según el informe, los ataques no han eliminado completamente las centrifugadoras ni los depósitos de uranio enriquecido iraníes.
Más bien han bloqueado las entradas de algunas centrales, pero sin destruir las instalaciones subterráneas, añade.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó la autenticidad del informe, pero dijo que era «totalmente erróneo y fue clasificado ‘top secret'». «Aun así, se filtró», se quejó.
«La filtración de esta supuesta evaluación es un claro intento de menospreciar al presidente Trump y desacreditar a los valientes pilotos de combate que llevaron a cabo una misión perfectamente ejecutada para destruir el programa nuclear de Irán«, publicó Leavitt en la red social X.
«Todos saben lo que pasa cuando lanzas catorce bombas (…) sobre sus objetivos: aniquilación total», añadió.



