“Si algo me pasa, responsabilizo a policías y civiles de San Luis”: Ozuna advierte al país
San Luis, Santo Domingo Este. El reconocido activista comunitario y defensor de los derechos humanos, Diógenes Ozuna, ha lanzado un llamado desesperado a las autoridades de más alta instancia del país, tras denunciar que existe un plan para atentar contra su vida, supuestamente orquestado por miembros de la Policía Nacional y civiles con poder en el sector San Luis.
En una nota de voz compartida públicamente, Ozuna aseguró que su labor de denuncia y su constante lucha contra los abusos policiales lo han convertido en objetivo de una amenaza directa y peligrosa.
“Hay gente dispuesta a pagar para quitarme del medio. Me quieren callar por decir la verdad. Pero no lo voy a permitir, aunque me cueste la vida”, expresó con valentía.
Ozuna señaló que entre los responsables del presunto plan hay policías activos y personas influyentes en la comunidad, quienes —según él— no han tolerado sus denuncias recientes, entre ellas la acusación de que un menor fue asesinado por la Policía en el sector La Casita.
A pesar de encontrarse en estado delicado de salud, el activista reafirmó su compromiso de continuar su lucha en favor de la justicia y los derechos humanos:
“Estoy enfermo, pero no me voy a rendir. Seguiré denunciando. Y si me dejan vivo, voy a mencionar con nombre y apellido a los que están detrás de todo esto”, declaró.
Llamado a la Procuraduría General, Defensor del Pueblo, Ministerio de Interior y Policía y Presidencia de la República
Exigimos atención inmediata y protección efectiva para Diógenes Ozuna. No puede repetirse otro caso de persecución o asesinato de un defensor de derechos humanos en territorio dominicano. Este no es solo un grito de advertencia: es un llamado al deber constitucional de proteger a quienes alzan la voz contra la injusticia.
La vida de este ciudadano corre peligro. Las autoridades deben investigar con seriedad y actuar con prontitud antes de que la amenaza se materialice. Las garantías del Estado de derecho no pueden depender del silencio, ni mucho menos del miedo



