El Buró Federal de Investigaciones (FBI) alertó en un boletín interno sobre la amenaza de «protestas armadas» en todo Estados Unidos desde el sábado, de un «levantamiento» a nivel nacional y de un nuevo intento de asalto al Capitolio desde el domingo y hasta la toma de posesión del demócrata Joe Biden como nuevo presidente.
«Se están preparando protestas armadas en los capitolios de todos los 50 estados del país desde el 16 de enero hasta el 20, así como en el Capitolio (de Washington) entre el 17 y el 20 de enero», indica la circular interna a la que tuvo acceso el canal de televisión ABC.
La circular detalla que han recibido «información sobre un grupo armado sin identificar que tiene la intención de viajar a Washington DC el 16 de enero. Han advertido que si el Congreso intenta sacar al presidente (Trump) por la vía de enmienda 25 ocurrirá un gran levantamiento».
Este procedimiento para inhabilitar al presidente puede ser realizado por el gabinete del Ejecutivo y el vicepresidente, Mike Pence, algo que la líder de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ha pedido que se invoque inmediatamente o el Legislativo recurrirá a un proceso de juicio político («impeachment»).
El aviso se da después de que el pasado día 6, el día en que se iba a certificar la victoria electoral del demócrata Joe Biden, un turba violenta asaltó por la fuerza el Capitolio instigada por Trump, que poco antes animó a sus seguidores a marchar al Congreso en un acto frente a la Casa Blanca.
Una de las manifestantes falleció de un tiro en el cuello y tres más sucumbieron a heridas o problemas médicos durante el asalto, mientras que un policía del Capitolio también murió debido a heridas ocasionadas en los forcejeos y otro se suicidó pocos días después.
El asalto puso en evidencia la poca preparación policial ante la protestas de trumpistas, que muchos han anunciado que repetirán en foros radicales en internet o en servicios de mensajería como Telegram.
Muchas de estas organizaciones y grupos han visto reducidos sus canales de información digital con la prohibición de personalidades radicales en Twitter y Facebook, así como las cuentas de Trump, para limitar nuevos estallidos de violencia.
Hasta su cierre poco después de la media noche del domingo, en Parler, una red social preferida por los ultraderechistas, se anunciaban varias concentraciones «pacíficas», pero con armas, en las capitales de los estados de todo el país, así como en Washington, donde se esperan más de 10.000 efectivos de la Guardia Nacional desde el sábado y hasta el día de la investidura de Biden, el día 20.