Por Elida Almonte – Secretaría de Enlace con la Sociedad Civil PRM/NY
En un gesto que ha sacudido la ética y los principios morales del pueblo dominicano, los partidos tradicionales PRD, PLD y Fuerza del Pueblo han forjado una alianza con el objetivo de recapturar el poder, desafiando así los avances logrados por el gobierno de cambio honesto y transparente que encabeza el presidente Luis Abinader. Esta audaz maniobra política presenta un desafío crucial para la República Dominicana, la cual se encuentra en la encrucijada de enfrentar y defender la honestidad, los progresos en materia de justicia, integridad social y los valores fundamentales arraigados en nuestra sociedad.
El Cartel de la Corrupción: Una Coalición Predecible.
No nos sorprende la alianza entre el PRD, el PLD y la Fuerza del Pueblo, partidos que han estado vinculados a escándalos de corrupción durante años, reflejando un intento desesperado por conservar la influencia política y el control que han ejercido durante casi dos décadas. Estos partidos han sido señalados como los principales responsables de perpetuar una cultura de impunidad y desvío de fondos públicos que ha causado un impacto perjudicial en la vida de los dominicanos y mantuvo a las instituciones del país bajo su dominio.
La Política Corrupta: Un Secuestro de Dos Décadas.
A lo largo de casi 20 años, la República Dominicana ha estado atrapada en las garras de una política corrupta y deshonesta que ha minado la integridad social y socavado la confianza en la justicia. Los partidos PRD, PLD y Fuerza del Pueblo (último, un PLD con una nueva fachada) han sido acusados de perpetuar un sistema en el cual los intereses personales y partidistas han prevalecido sobre el bienestar del pueblo. Este cartel de la corrupción ha infligido daños significativos en la economía, la educación y otros aspectos cruciales de la vida en la República Dominicana.
Un Pueblo Defensor del Cambio.
La respuesta a esta sorprendente alianza entre los partidos corruptos ha sido contundente. Los ciudadanos dominicanos han expresado su rechazo y su firme determinación de no permitir que los corruptos vuelvan a gobernar. La historia de la República Dominicana está impregnada de luchas por la justicia y la transparencia, y esta nueva generación está decidida a no claudicar ante la corrupción que ha aquejado al país en el pasado.
La Promesa de un Futuro Mejor.
La alianza entre PRD, PLD y Fuerza del Pueblo representa el último intento de este cartel político por retener el poder, pero también es un llamado a la acción para aquellos que aspiran a un país mejor, a un gobierno honesto y progresista. Los dominicanos merecen un futuro en el cual los valores de justicia, integridad y transparencia sean el cimiento de las decisiones políticas. La lucha contra la corrupción es un desafío que debe ser enfrentado por cada ciudadano y por cada líder político comprometido con el bienestar de la nación.
Conclusión.
La República Dominicana se encuentra en un momento decisivo de su historia política, en el cual la alianza entre partidos corruptos busca enfrentar la marea de cambio y honestidad que la sociedad reclama. Los avances en justicia, integridad social y valores fundamentales son invaluables y deben ser resguardados. El pueblo dominicano ha dejado en claro que no permitirá que los mismos males sociales y la política corrupta retomen el control en el futuro. La lucha por un gobierno transparente y comprometido con el bienestar de todos sigue siendo un imperativo inquebrantable. Esta alianza del mal no prosperará ante la fe y la honestidad de un pueblo decente y trabajador. No vuelven, ni van.