. El expresidente Donald Trump, cercado desde hace tiempo por los tribunales, pisó finalmente una cárcel, pero salió rápidamente en libertad tras pagar una fianza.
El republicano cumplió con la orden de la Justicia y se entregó en una prisión de Atlanta para ser fichado en su cuarta imputación. Esta vez, por haber intentado revertir el resultado de las elecciones presidenciales de 2020 en el estado de Georgia, donde perdió por un estrecho margen contra Joe Biden.
La llegada de Trump a Atlanta, desde que aterrizó en su avión privado hasta que se trasladó a la cárcel del condado de Fulton, fue televisada por las principales cadenas del país en horario de máxima audiencia.
UNA FOTO HISTÓRICA
Al interior de la cárcel, el personal penitenciario anotó su peso y altura: 1,90 metros y 97 kilos. Le tomó las huellas dactilares y le hizo una foto para la ficha policial, la primera de un expresidente estadounidense.
Con el ceño fruncido, una mirada desafiante y su habitual corbata roja, la imagen de Trump pasará a la posteridad, o al menos quedará inmortalizada en miles de camisetas de sus seguidores.
En ninguna de sus tres anteriores imputaciones penales -la del soborno a la actriz porno Stormy Daniels, la de los documentos clasificados y la del asalto al Capitolio- había tenido que comparecer en una prisión ni se le había tomado una fotografía policial.