Inicio OPINIÓN El poder de las tragedias en la política

El poder de las tragedias en la política

Por Eddy Pereyra Ariza

Vivo cerca de lo que fue el Jet Set. Y como directivo de la Junta de Vecinos de El Cacique, algunos vecinos vestidos de blanco o negro suelen pasar por mi casa en la noche para llevarme.  a una especie de ritual frente al solar de la  discoteca colapsada .

Entre susurros, encendemos velas que tiemblan en la oscuridad, y en una experiencia mística- religiosa , elevamos nuestras oraciones con corazones abiertos, pidiendo por el descanso eterno de las almas que aún susurran en el viento. Es nuestra forma de mantener viva la memoria, de honrar a  Eduardo, Alexandra, Rubby, Isamar, Daniel, Rosa , y de encontrar en la noche un refugio de paz, en medio del silencio que todo lo abraza.

Las tragedias humanas, como desastres naturales, atentados terroristas o accidentes de gran escala, dejan una marca profunda en la sociedad y sus relaciones.  En el ámbito político, en particular, tanto a nivel nacional como internacional, estos eventos han tenido un impacto contundente , moldeando decisiones, políticas y relaciones entre países. La forma en que enfrentamos estas tragedias revela mucho sobre nuestra capacidad de resiliencia y nuestra búsqueda de justicia y paz.

Evidentemente que estos acontecimientos tienden a conmover la opinión social,  campañas generales de relaciones públicas, activar recursos de gobiernos y provocar transformaciones en la legislación, la política e incluso desde el punto de vista sociológico, inciden produciendo memorias en el conjunto normativo de emociones, ideas y creencias colectivas .  Las tragedias no solo nos afectan emocionalmente, sino que también tienen la capacidad de transformar la política y el rumbo de un país.

Cuando un hecho reviste importancia se convierte en acontecimiento, entonces podemos fundamental el enfoque de la influencia o el poder de las tragedias en las transformaciones políticas y sociales. Veamos los siguientes ejemplos destacables.

Los a tentados del 11 de septiembre de 2001 (EE.UU.) , tuvieron como influencia política el inicio de la Guerra contra el Terrorismo, con las invasiones de Afganistán e Irak , así como, el fortalecimiento del poder presidencial y del aparato de seguridad americano.

El Huracán Katrina (EE.UU., 2005) provocó un golpe severo a la imagen del presidente George W. Bush .  debido a que se entendió como lenta y deficiente la respuesta federal. También amplió el debate sobre el racismo estructural y la desigualdad social y generó cambios en políticas de manejo de emergencias y urbanismo.

La influencia política del terremoto de Haití (2010) aumentó las
críticas sociales por la ineficacia del gobierno haitiano y la corrupción , llevando a la intervención política de organismos internacionales y países donantes.

En España el a tentado terrorista a cuatro trenes de Madrid, el 11 de marzo  del 2004 , generó un cambio radical en el resultado electoral: el gobierno del Partido Popular fue sustituido por el Partido Socialista Obrero Español. – PSOE , como consecuencia de las agudas críticas s  por el manejo informativo del atentado por parte del gobierno, que atribuyó inicialmente el ataque a la organización independentista Vasca- ETA.
La poblada del 23, 24 y 25 de abril de 1984, levantamiento popular en el país que culminó  con un saldo de cientos de personas muertas y heridas, fue el detonante que cambio el sentimiento de la gente e influyo en la derrota electoral del gobernante PRD y el ascenso al poder del presidente Joaquín Balaguer, dos años después.

La pandemia COVID-19 impactó duramente a República Dominicana, afectando la economía, el turismo, la recaudación tributaria y aumentando el desempleo. Aunque el gobierno, liderado por el presidente Danilo Medina y con el apoyo del candidato Gonzalo Castillo, tomó medidas que consideró adecuadas, la enfermedad del Coronavirus junto a las dificultades en la gestión de la vacuna y el problema del confinamiento, deterioraron la percepción social del PLD, contribuyendo a su pérdida en las elecciones presidenciales del 2020.

Hoy el desplome del Jet Set plantea importantes desafíos para el país.

Las tragedias generan dolor, miedo e incertidumbre, y es tendencia que la sociedad sienta la necesidad de buscar responsables. Y cuando perciben inacción, lentitud , indiferencia o protección de los gobiernos , se siente traicionada y reacciona con frustración .

Esa tragedia del Jet Set, con su escalofriante cifra de muertos y heridos, devastó a muchas familias y sacó a la luz el sufrimiento de la clase media, por lo que deja una huella profunda, una marca imborrable en la memoria colectiva y en la historia política y social del país.

Dentro de esas circunstancias, la tragedia p uso en evidencia las debilidades institucionales ya existentes ; debido a esto, sectores de oposición e independientes, pueden aprovechar es e evento para cuestionar al gobierno y movilizar a la ciudadanía. Ya se habla de una marcha al Palacio contra la impunidad, exigiendo que no haya ausencia de castigo o pena y que el gobierno actúe con energía a través del Ministerio Público. Aunque sucede a veces, que no obstante  las autoridades hagan lo mejor posible, la magnitud de la tragedia supera los recursos disponibles .

El impacto de las tragedias en los procesos electorales tiende n a ser más significativo s, cuando ocurren con pocos meses de antelación de la fecha de las votaciones; Esto no implica que sus repercusiones no se acumulen o se extiendan en el tiempo , afectando a los partidos, líderes y candidatos , especialmente aquellos que detentan el poder.

Nos encontramos , posiblemente , ante una disyuntiva compleja: identificar a un responsable principal de la tragedia del Jet Set;  uno secundario, o aceptar que ninguno de los dos lo sea. Esta última opción, aunque incómoda al mencionarla , podría colocar al gobierno en una posición en édita de rechazo público y desgaste institucional.

Si no se asumen definiciones claras y responsabilidades concretas, el costo político no solo será inevitable, sino posiblemente, irreversible. Ese es el poder de las tragedias.